Damos por hecho; para que exista un desarrollo en la sociedad, se requiere salud en los individuos que la conforman y ésta debe suceder en todas las áreas de la actividad humana. Para mencionar algunas que pertenecen al acervo patrimonial, tenemos aspectos prioritarios como la cultura, economía, desarrollo social y otras de carácter vital como la salud, la provisión de alimentos, seguridad, etc.

La naturaleza humana oscila entre un abanico de percepciones de la realidad que tienen que ver con sus características genealógicas, ambientales y circunstanciales, de donde surgen las personalidades más elementales y primitivas hasta los individuos con un alto desarrollo mental y espiritual.

Tal parece que en nuestro planeta existimos dentro un rango evolutivo, donde los menos evolucionados, que en general conforman grandes masas, se desprenden estadios primitivos donde solo responden a las necesidades primarias, pasando a los que usando capacidades mentales son sujetos de inducción por mentes mas desarrolladas y así progresivamente hasta llegar a lo que es mas la excepción humana con seres que se han diluido en la senda de la eteriedad dimensional, donde seguro, se accede a mundos donde es posible la vida superior.

Mientras en este plano los humanos nos debatimos en el océano de la ciencia, buscando soluciones a nuestros problemas reales y creados, en los recónditos misterios de la creatividad humana, creamos conceptos como la nanotecnología, neurobiotecnología, psiconeurobiología, biofísica, etc., etc. con el latente riesgo de perdernos en éste propio universo. Lo que nos salva en todo éste inquisitivo esfuerzo de autoconocimiento, es el propósito de tener respuestas que nos resuelvan las históricas patologías sociales y nos permita acceder a un proceso de sanación para un desarrollo lúcido y efectivo.

Es por eso que cuestiones tales como, la pobreza, la enfermedad, la ambición de poder, la deshumanización, las manifestaciones artísticas, la religión, etc. tienen un cauce resolutivo eminentemente antropológico, por lo que en conclusión, sería bueno, cuando estemos dilucidando sobre algún tema que atañe a los problemas de la humanidad, ir a resolverlos al espejo del tocador.